El ego del Ingeniero de Sistemas... y sus consecuencias (1)

Una de las características más notorias de los Ingenieros de Sistemas colombianos que conozco (me incluyo también) es el ego profesional.

Creemos que tenemos la mejor profesión del planeta y que somos tan inteligentes que sólo nosotros somo capaces de ser ingenieros de sistemas. La humildad no es precisamente nuestra virtud favorita.

Pero ¿qué tiene de malo, o de bueno, el ego de los ingenieros de sistemas?. Hagamos un pequeño inventario:

Lo malo:

1. Delirio de Perfección. ¡Oh sí! Creemos que todo lo que hacemos es perfecto, inmaculado, intocable. No hacemos nada mal. Se nos dificulta reconocer que nos equivocamos y más aún, se nos dificulta corregir los errores que cometemos, más por el temor a que se evidencie nuestra falla que por falta de capacidad para solucionar los errores.
2. Propiedad Reflexiva. Sólo vemos el reflejo de nosotros mismos. El mundo que nos rodea sólo es un espejo que refleja nuestra genialidad.
3. Retención de conocimiento. Nos duele entregar el conocimiento que tenemos ya que creemos que estamos fortaleciendo a nuestra competencia. ¿Para que entregar mi conocimiento a otros si ellos pueden recurrir siempre a mí y yo puedo hacerme el indispensable?.
4. Sentimiento de Autosuficiencia. Nos sentimos dueños del mundo cuando descubrimos cómo implementar enun sitema una característica deseada por nuestros clientes. No necesitamos ayuda de nadie, no necesitamos apoyo de nadie. Podemos resolverlo todo, solos.
5. Dosis diaria de Adulación. Esto no puede faltarnos. Necesitamos tener un grupo de admiradores que diariamente nos recuerden lo fabulosos que somos como Ingenieros y lo bien que hacemos todos.

En mayor o en menor grado, todos evidenciamos en algún momento alguna de estas, poco llamativas características. Llevados por la situación, por la exigencia, por la necesidad de responder ante el reto, terminamos haciendo parte de los ingenieros de sistemas cuyo ego es más grande que su propia inteligencia.

Algunos, con mayor control de sí mismos, han sido capaces de auto-controlarse y no permiten que estas características se evidencien (al menos no mucho!). Pero otros, menos afortunados, caemos siempre en el vicio de alimentar nuestro ego, a costa de quienes nos rodean y sobre todo, a costa de nosotros mismos.

Por ahora, estos son los aspectos que menos nos favorecen en nuestra profesión y que, además, en ocasiones nos impiden crecer aún más como personas y como profesionales. Pero no todo tiene que ser malo..... algo bueno debemos tener los ingenieros de sistemas.... y pronto lo exploraremos en este sitio.

¿Marchar o no marchar? He ahí el dilema....

Soy colombiana.
Creo en la libertad y en la democracia. Por tanto, creo en el libre albedrío de las personas para decidir hacer o no hacer algo.

Este año en Colombia se gestó un movimiento popular que dio lugar a que miles de personas, miles de colombianos, nos volcáramos a las calles el 4 de febrero de 2008, como símbolo de nuestro rechazo a las acciones violentas de un grupo que no representa el verdadero pensamiento de los Colombianos.

Fue un movimiento popular porque nació de la iniciativa (y de la indignación) de colombianos que podríamos llamar comunes y corrientes, porque no forman parte de ninguna asociación prominente ni son representantes políticos de ningún partido de los que conocemos. Se trataba de personas como nosotros: estudiantes, trabajadores, colombianos.

Colombia se sintió llamada por ciudadanos normales... Y salimos a las calles, a decir no a la violencia y al secuestro...

Para el próximo 6 de marzo se está promoviendo una nueva marcha, en contra de los paramilitares. Algunos piensan que marchar el 6 de marzo es borrar con el codo lo que hicimos con la mano el 4 de febrero. ¿Es así? ¿Marchar el 6 de marzo deja en entredicho nuestra participación en un 4 de febrero convocado por el mismo pueblo?

Cada quien debe decidir su participación con base a sus propias creencias e ideologías. No es malo participar en una demostración de rechazo a la violencia, siempre que sea convicción de cada uno, siempre que creamos que estamos haciendo algo bueno por nosotros, por otros, por Colombia. Y sobre todo, siempre que nuestros actos no atenten contra la libertad y derechos de otros colombianos.

Marchar o no marchar.... Protestar o no hacerlo... Participar o no participar...

Cada quien debe decidir cómo manifiesta su pensamiento y su rechazo a los actos violentos. Creo que lo más importante es que estemos tranquilos con nosotros mismos y con nuestras acciones.

Marchemos diariamente, con nuestros actos, con nuestros pensamientos, con nuestro compromiso, con nuestra vida diaria y hagamos sentir nuestra voz en contra de la violencia, cualquiera que sea el grupo o persona que genere la violencia. Debemos decir no a esta guerra interna, con marchas o sin ellas, con grupos políticos o sin ellos.... mejor si es con colombianos unidos....

¿Cómo aceptar nuestra virtualidad?

Virtualidad.
En el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española esta palabra se define como:

1. f. Cualidad de virtual.

¿Y qué significa virtual?

virtual.
(Del lat. virtus, fuerza, virtud).
1. adj. Que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real.
2. adj. Implícito, tácito.
3. adj. Fís. Que tiene existencia aparente y no real.

Según esta definición, pareciera que esta presencia virtual que nos permite internet, es algo irreal, aparente. No somos sino lo que permitimos ver a los demás y por la falta de contacto directo, no podemos ser intuidos, descubiertos o sentidos.

Pero la virtualidad que experimentamos con nuestra presencia en Internet nos otorga beneficios que de otra forma no podríamos tener.

Conocemos personas que están a miles de kilómetros de nosotros, que hablan otros idiomas y que creen en otros dioses. En la virtualidad aprendemos a olvidar las fronteras impuestas por límites territoriales y por diferencias de opinión. Y por eso, estar en la virtualidad de Internet puede parecer tan irreal; porque en la realidad estamos rodeados de límites que definen nuestro ser.

Aquí, en este momento virtual en que comparto con ustedes mis ideas, yo he dejado de tener esencia física para convertirme en palabras que ustedes leen y tratan de llevar a sus vidas para saber cómo mi pensamiento encaja o coincide con el suyo, o para saber cómo son de opuestas nuestras ideas o para saber cómo podemos vernos representados en nuestras ideas.

En la virtualidad no nos tocamos, no nos vemos... pero sentimos que existimos, con mucha más certeza que si estuviéramos mirándonos cara a cara.....