22 de abril de 2008

El ego del Ingeniero de Sistemas... y sus consecuencias (2)

Y ahora sí...
¿Qué tiene de bueno el ego de los ingenieros de sistemas?

Pues, se podría pensar que nada, después de haber explorado las partes poco positivas. Pero la verdad es que, en medio de lo malo, tenemos nuestras cosas buenas.

Estas son algunas de las cosas buenas:

  • Necesidad de Aprendizaje Continuo. El mundo de la tecnología cambia y evoluciona con mucha rapidez y por eso los Ingenieros de Sistemas debemos estar aprendiendo cosas nuevas constantemente para tener vigencia en el medio y continuar siendo competitivos. El cambio es tan constante y permanente que nos acostumbramos a estar aprendiendo cosas nuevas diariamente y, cuando hay un descanso en esta carrera de aprendizaje, necesitamos buscar cosas nuevas para aprender.
  • Capacidad de Autoestudio. El cambio constante en el mundo tecnológico nos obliga a aprender continuamente y por esta razón desarrollamos una gran capacidad de autoestudio. En general los cursos y las capacitaciones en temas de ingeniería de sistemas pueden llegar a ser bastantes costosos y no siempre es posible usar este recurso. Debido a esto, los Ingenieros de Sistemas aprendemos a aprender por nuestra propia cuenta. Además de esto, por la velocidad con que se dan los cambios, debemos aprender muy rápidamente para ser competitivos y permanecer en el mercado laboral.Orientación al logro. Siempre hay que cumplir las metas, tarde o temprano (normalmente se cumplen tarde). Hay que terminar las tareas, hay que terminar el software, hay que terminar la documentación: hay que cumplir. Cada que iniciamos una tarea o actividad o proyecto, vislumbramos la meta que debemos cumplir y nos orientamos hacia su cumplimiento. Esto se ve reflejado en nuestra vida personal también, en la que nos esforzamos por dar cumplimiento a nuestras metas personales y familiares. En general, tenemos o desarrollamos la tendencia a cumplir lo planeado o lo deseado.
  • Innovación y creatividad. Nuestra profesión se enfoca principalmente en la resolución de problemas tecnológicos de diferentes tipos. La constante en nuestra labor profesional es que hay un problema que necesita solución. Nos vemos obligados a encontrar soluciones ingeniosas y creativas que nos permitan dar solución al problema con los recursos disponibles (que a veces son pocos), en el tiempo esperado (que siempre es muy corto) y con un alto nivel de sofisticación para que el cliente quede satisfecho. Constantemente estamos creando e innovando con lo que tenemos al alcance. Cada problema es un reto diferente que se enfoca y soluciona de manera diferente y que nos obliga a plantear las soluciones más creativas e innovadoras.
Seguramente tenemos muchas otras cosas buenas (y otras no tan buenas), pero lo importante es que nuestra profesión, con lo bueno, lo malo y lo feo, es parte de nosotros y determina nuestro carácter y nuestra vida.

No todos los Ingenieros de Sistemas desarrollamos estas características en igual grado. Algunos desarrollan más su parte negativa y otros, se enfocan más en lo positivo.

La eterna dualidad del bien y el mal, una condición propia del ser humano, también está presente en nuestra profesión y se manifiesta de diferentes formas. De cada uno depende decidir cómo responder a esta dualidad.