Mírenla bien: es exótica
Ojos grandes, cual bolas de cristal.
Colmillos amenazadores, cual fiera rabiosa.
Ella es exótica.
No es una perrita de pura raza, ni tampoco tiene el tan costoso pedigree.
Es una chica humilde, nacida del amor entre un french poodle de nombre desconocido y una chiquitina llamada Lolita (¡cruce de pug y pequinés!).
¡Muy exótica!
Pero es una ternurita de perro: cariñosa, juguetona a pesar de sus casi 8 años, consentida y muy leal.
Una ternura.
Y además, graciosa:
Por eso la quiero con todo el corazón.
No importa que no sea de raza; así, exótica, la quiero y la cuido mucho.
Porque por eso soy su ama, su dueña, pero más que todo, su protectora.